El virus en la Europa fortaleza  - Voces Situadas: 29 julio-18h

El virus en la Europa fortaleza – Voces Situadas: 29 julio-18h

En estos tiempos de confinamiento estamos experimentando algo inédito: la limitación de la movilidad. Pero, ¿y las personas que SIEMPRE se encuentran con muros y fronteras cerradas? Son las dinámicas de violencia, que, como el virus, expanden racismo y xenofobia, acumulan cuerpos sin vida ahogados en el mar Mediterráneo; atrapan a miles de personas que huyen de violentos conflictos armados y guerras en campos de refugiados y en las (cada vez más crueles) fronteras; abandonan a niñas y niños a su suerte en un viaje por un futuro más digno.

Os invitamos a un encuentro virtual entre diferentes agentes sociales que ponen el foco en cómo viven estos tiempos de pandemia las personas migrantes bloqueadas en fronteras europeas tanto externas como internas y, en general, las personas cada vez más olvidadas durante esta crisis sanitaria.

Miércoles, 29 de julio, 18h / Plataforma Zoom
Enlace y más información (web Museo Reina Sofía)
#ElVirusEnLaEuropaFortaleza


Actualización: Grabación del encuentro.

Voces situadas 14. El virus en la Europa fortaleza from Museo Reina Sofía on Vimeo.


Este encuentro virtual está moderado por nuestra compañera Nines Cejudo, activista de la Red Solidaria de Acogida. Cuenta con la participación de Álvaro Lucas, voluntario de la ONG Action for Education; José Palazón, fundador de la Asociación Pro Derechos de la Infancia (PRODEIN) en Melilla (Frontera Sur); Dani Rivas, responsable de comunicación de la organización Salvamento Marítimo Humanitario; y Sandra (nombre ficticio), mujer colombiana de 48 años graduada en Administración de Empresas y solicitante de protección internacional.

A fin de ofrecer una visión más amplia de la situación durante la pandemia en otras fronteras, concretamente en Libia, Marruecos, México y Serbia, la sesión se complementará con la emirsión de vídeo pódcast y grabaciones: testimonios directos de personas migrantes recogidos por el periodista Michelangelo Severgnini dentro del proyecto Exodus – huida desde Libia y por la asociación No Name Kitchen en Serbia; el relato de Aimée Lokake, secretaria general del Consejo de Migrantes Subsaharianos en Marruecos (CMSM) y presidenta de la Comunidad Congolesa de Marruecos, quién huyó de la República Democrática del Congo en 2006 y, después de un viaje en el que vivió con su hijo situaciones dramáticas en medio del desierto del Sáhara, se estableció en Marruecos con el objetivo de intentar reunir a su familia; y el de Encarni Pindado, fotógrafa independiente para diversos medios de prensa que centra su trabajo en los derechos humanos y sociales, las migraciones y el género en la región de México, Centroamérica y sur de Estados Unidos.


A continuación, analizaremos las diferentes fronteras y su situación durante la pandemia del Covid-19, aportando una visión previa al encuentro virtual.

México Balcanes Grecia
Libia Marruecos Mediterráneo Estado Español

1. México

México (la denominada frontera vertical y la más larga del mundo) representa uno de los escenarios en materia de migración y asilo más importante y emblemático del mundo como país de tránsito para migrantes centroamericanos que cruzan el país hacia los EEUU. La frontera entre ambos países se ha convertido en la más transitada y la más mortífera (después del Mediterráneo). Hasta mayo en México se han recogido un 90 % menos de solicitudes, por las restricciones fronterizas implementadas en Centroamérica debido a las medidas de control sanitarios por el COVID-19. Al principio de la pandemia miles de personas estaban detenidas en estaciones migratorias (el equivalente de los CIE en España) de las que no se sabía los contagios. El gobierno mexicano decidió otorgar una visa temporal a estas personas detenidas o la posibilidad de ser transportadas hasta la frontera sur (México-Guatemala) para que regresen a sus países de origen (Guatemala, Honduras y El Salvador). Pero, al estar la frontera cerrada por el COVID, solo estaban autorizados a cruzar los guatemaltecos.

Tren llamado “la Bestia” que usan las personas migrantes para cruzar México.

La violencia y la persecución no desaparecieron con el Covid-19. Algunas personas migrantes dicen que comparada con la realidad de la pobreza y el hambre, sumada a la violencia, la posibilidad de contagio es muy pequeña.

2. Balcanes

En la zona de los Balcanes, la situación es de verdadera emergencia humanitaria: a partir de marzo de 2016, esta ruta se declaró oficialmente cerrada, sobre la base del controvertido acuerdo turco-europeo. Este acuerdo básicamente establece que Turquía maneje a casi 4 millones de solicitantes de asilo en su territorio, a cambio de 6 mil millones de euros pagados por la UE y de una aceleración en las negociaciones relacionadas con la entrada en Europa. Aun así la Ruta de los Balcanes sigue existiendo, y miles de personas la recorren buscando entrar a Europa. Sin embargo, la pandemia ha empeorado la situación. Es el ejército el que custodia ahora los campos de refugiados en Serbia, mientras que la frontera croata, donde la policía destaca por sus prácticas violentas, permanece completamente cerrada. Hay grupos civiles racistas que atacan a la población migrante, quien vive hacinada en los campos sin poder salir o entrar a causa de la cuarentena.

3. Grecia

La pandemia ha servido para justificar el mantener a las personas en los Campos de refugiados de las Islas del Egeo en Grecia más aislados, en una situación de “apartheid” y sin condiciones para enfrentar este nuevo escenario de alarma sanitario. Ha habido un doble rasero a la hora de imponer y levantar las medidas del confinamiento tomadas en Grecia, el 22 de marzo se pusieron restricciones en todo el país, después de varias semanas se fueron levantando, hasta llegar a la apertura de los aeropuertos a vuelos internacionales el 15 de Julio de cara a una apertura al turismo en el país.

Estas políticas no se han implantado en los Campos de las personas Refugiadas , pero aquí se han seguido prorrogando todas las restricciones, existiendo una gran confusión entre las personas que lo sufren y habitan , técnicamente están en confinamiento y tienen que pedir permiso a la policía o a las autoridades para ir al médico , para ir a la ciudad a comprar,… en la práctica es difícil confinar a tanta gente de manera estricta, en el campo de Vial donde hay más de cinco mil personas con un puesto de policía; tienen que caminar ocho kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, pues pagar un taxis les es imposible.

4. Libia

Graves violaciones de Derechos Humanos se sufren en Libia según miles de testimonios e informes de la UE y la ONU, las personas migrantes son detenidas arbitrariamente, torturadas y extorsionadas, vendidas como mano de obra esclavizada, asesinadas y amenazadas por la guerra civil que azota el país. La UE colabora económica y logística con las milicias libias, que financia centros de detención, entrena y apoya a la llamada guardia costera, sin dar ninguna respuesta humanitaria a quienes se encuentran atrapados en este infierno. La Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Mundial de la Migración suspendieron sus actividades de reasentamiento debido a la pandemia. Los gobiernos italiano y maltés, quienes se han aprovechado de esta situación para declararse países no seguros y así cerrar sus puertos, violando las leyes internacionales y abandonando a su destino a quienes se encuentran a la deriva en el Mediterráneo central, donde ya no cuentan casi con el apoyo de barcos de salvamento humanitario.

5. Marruecos

Es la invisibilidad de la ruta del desierto del Sahara hacia Europa donde violaciones, secuestros, tráfico de personas facilitan las vulneraciones y las incontables muertes que superan las de la Fosa Mediterránea. Durante la pandemia las organizaciones que ayudan a las personas subsaharianas bloqueadas en Marruecos, se han visto sin medios para realizar su función y la situación se ha visto agravada por el abandono absoluto de esta población sin ninguna ayuda por parte del gobierno marroquí, sobre todo a las mujeres que han perdido sus ingresos en el mercado laboral informal provocando que muchas hayan sido expulsadas de sus casas por no poder pagar el alquiler, cortes de electricidad por impagos, etc. No se ha realizado ayudas sanitarias ni a mujeres embarazadas ni con enfermedades crónicas. Las niñas y niños migrantes han vivido la barrera digital que ha impedido seguir sus clases a través de Internet por no tener acceso a esa tecnología, ni contar con ordenadores ni teléfonos móviles.

6. Melilla

En pleno estado de alarma, han aumentado los menores que cumpliendo los 18 años se han visto expulsados de los centros de acogida de la ciudad autónoma, sin derecho a moratorias y viéndose en situación de calle.

No han podido moverse de la ciudad, ni hacia Marruecos (con una frontera absolutamente cerrada), ni salir hacia la península como polizones debido a la casi ausencia de barcos.

Obligados a alojarse por la polícia, y junto a otros transeúntes bloquedos, en lugares inmundos como el llamado «el Quinto Pino», un centro de acogida para adultos. Se trata de carpas en condiciones infrahumanas: llovía en su interior, el viento se llevaba las lonas, localizado en una hondonada lo que provoca la aparición de agua y barro… Dicho centro fue cerrado. Se habilitó la plaza de toros de Melilla, que también incumple todas las condiciones sanitarias, estando lejos de ser un recurso digno para la acogida.

jueves 11-06-2020 empezamos la lucha otro curso escolar. from José Palazón Osma on Vimeo.

Esta pandemia ha dejado en la extrema pobreza a personas de origen marroquí residentes en Melilla y que se encontraban sin regularizar su situación administrativa. Sin ningún tipo de ayuda y la pérdida de su trabajo en negro se ven abocadas a situaciones de calle por no poder pagar sus alquileres. Se añade el agravante de tener hijos nacidos en suelo español a los que se les sigue negando el derecho a la escolarización. Todo ello provoca la perpetuación de la mano de obra esclava de personas no regularizadas y sin derechos.

Durante este período, el CETI de Melilla se ha visto desbordado con una ocupación de 1800 personas, siendo su capacidad de 600, agravando las pésimas condiciones de vida y falta de medidas sanitarias adoptadas frente al coronavirus.

7. Mar Mediterráneo

La pandemia ha permitido a Malta cerrar sus puertos al desembarco de personas rescatadas en el mar e, Italia, por su parte, ha vuelto a actuar contra la flota solidaria bloqueando la navegación del Alan Kurdi y del Aita Mari. En este tiempo, además, cientos de personas se han echo a la mar en embarcaciones precarias. Muchas de ellas han alcanzado las costas de Lampedusa o de Malta, pero, por el contrario, otras han sido devueltas a Libia. Los traficantes han utilizado de nuevo embarcaciones más grandes, sobrecargadas con hasta 400 personas, como las que naufragaron en 2013 y 2014. Los gobiernos italiano y maltés se han aprovechado de esta situación para declararse países no seguros y así cerrar sus puertos, violando las leyes internacionales y abandonando a su destino a quienes se encuentran a la deriva en el Mediterráneo central, donde ya no cuentan casi con el apoyo de barcos de salvamento humanitario.

8. Estado Español (península)

En el estado de alarma, a un sistema de asilo colapsado y una Ley de Extranjería perversa que perpetúa la clandestinidad de muchas personas, se sumó el abandono de las instituciones cerradas que paralizó la evolución de los trámites de las personas refugiadas y migrantes.

En la nueva normalidad la resolución de 31.000 solicitudes de asilo mandaría a la irregularidad a miles de personas, se sospecha de la velocidad con la que se estarían analizando sus expedientes. Si, como sucedió en 2019, solo el 5% de estas resoluciones son positivas, una gran mayoría se quedará fuera del sistema de protección, abocadas a situaciones de semi esclavitud y pobreza.

Durante el confinamiento, la destrucción de empleo informal donde trabajan la mayoría de las personas migrantes y sobre todo el trabajo de cuidados desempeñado por las mujeres,sin derechos a ninguna ayuda, dejan en situación de emergencia social a estas personas: con necesidades básicas de alimentación, perdida de vivienda, sin medios para seguimiento de los cursos escolares por internet, sin intérpretes para la asistencia sanitaria, sin ayudas para la tramitación on line , etc. Necesidades cubiertas en muchos casos por la solidaridad vecinal.

Solo una buena noticia, la pandemia cerró los CIES en todo el Estado Español.